El amor es protagonista absoluto, pero se manifiesta como una batalla contra la soledad, como una eterna ilusión. Tanto el humor como la ironía acompañan cada acción de los personajes femeninos que confiesan sus frustraciones y deseos más profundos.Es la historia de anhelos de muchas mujeres argentinas: anhelos de reconocimiento, de valoración, de poder concretar sueños, con personajes que poseen una aparente inocencia enamoradiza, pero que, en esa especie de enamoramiento eterno, que las tres mujeres narran con respecto al “varón del tango”, Julio Sosa, está presente la determinación de ellas, una determinación que las empuja a liberarse de prejuicios y de miradas inquisidoras y a vivir el amor libremente. Estas mujeres son capaces de cantar sus verdades frente a los hombres indemnes y de dejar bien plantada su necesidad de ser protagonistas, aunque no saben si lo lograrán, de su propia historia.