Sobre esta exposición de pinturas de Sonia Etchart, Guillermo Carrasco Notario ha escrito: Volver sobre la obra de Sonia Etchart es tan necesario como re-visitar una foresta, un bosque siempre el mismo pero cambiante, donde las variables del clima o de la luz agregan matices y transformaciones interesantes para el observador...
En el caso de sus paisajes arbóreos, las transformaciones vienen desde el mundo interior de la propia artista, atenazado desde luego por los accidentes biográficos. Un bosque no puede cambiar esencialmente, o deja de ser tal; lo mismo ocurre con la obra de Sonia Etchart; sin embargo los matices hacen aquí la diferencia".