Andrés Levinson, restaurador del filme “Amalia”, y Diego Kartaszewicz, director de “Sin dejar rastros” –filme que será exhibido íntegro- conversarán sobre las primeras películas de nuestra historia y sobre la figura de Quirino Cristiani, pionero del cine animado.
Se hablará sobre cine mudo, a partir de dos de sus hitos en la Argentina: el cine animado del realizador Quirino Cristiani y la película Amalia, de Enrique García Velloso, que gracias a la intervención del Museo pudo ser restaurada y estrenada, el año pasado, en el Teatro Colón, en el marco del Bafici. A su vez, se proyectará la película Sin dejar rastros, de Diego Kartaszewicz, quien conversará con Andrés Levinson, responsable de la restauración de Amalia, sobre recursos y estrategias para el rescate, conservación y exhibición del patrimonio cinematográfico, y sus artes y técnicas aplicadas.
La proyección de fragmentos de la película Amalia (1914), basada en la novela de José Mármol, permitirá volver a captar la sensación de sorpresa y nostalgia impersonal casi arqueológica que transmite la cinta: “Es la última de su especie -asume Levinson, que forma parte del equipo que dirige Paula Félix-Didier, directora del Museo-. Es una película de hace cien años, con un público, lenguaje y códigos muy distintos a los de ahora, ya que carece de lenguaje cinematográfico específico. Fue hecha por un director de teatro y un fotógrafo, por eso tiene mucho de puesta teatral. Hay partes que faltan, pero decidimos dejar el nitrato original que se ve increíble”. El sábado será la oportunidad para conocer esa textura particular de la imagen, cuando se proyecten algunos tramos del filme.
Por su parte, la ópera prima de Kartaszewicz –que será exhibida completa, por primera vez después de su participación en el último Bafici- retrata la vida y obra del cineasta Cristiani (1896-1984), animador, dibujante e historietista ítalo-argentino, creador de El apóstol (1917), primer largometraje de animación del mundo. Acceder al filme y escuchar a Kartaszewicz en vivo, permitirá conocer la figura de un creador que fue pionero de los dibujos animados.
Recortando figuras en cartulinas negras y uniendo con hilo las articulaciones de los personajes, logró que los dibujos sacudieran el esqueleto al ritmo de una canción (porque también fue el responsable de crear el primer largometraje de animación sonoro en 1931). “Disney es grande, pero yo fui el primero”, afirmaba el caricaturista, que se tomó la atribución de rechazar una oferta laboral de la gran compañía norteamericana. La intención del Museo es visibilizar y rejerarquizar su obra, que se ha perdido casi por completo en diferentes incendios, sobreviviendo –apenas- un cortometraje titulado El mono relojero, de 1938.
La charla (con proyección) forma parte de un ciclo de encuentros que se vienen realizando en el Museo los últimos sábados de cada mes, sobre diferentes objetos y aspectos del acervo de su muestra permanente “Soñar Soñar”. En todos, participan invitados especiales y se ofrecen proyecciones de películas afines a las diferentes temáticas abordadas. La propuesta es tender puentes alternativos hacia el patrimonio del Museo y el contexto histórico, social y cinematográfico de sus colecciones, articuladas por la labor de rescate, preservación, conservación y exhibición del cine nacional.