Don Salvador canturrea con voz quebrada y nostálgica viejas melodías de la pampa lejana. Esboza unos pasitos de tango, arrastrando los tamangos agujereados por el suelo cubierto de aserrín dorado y paja seca. Su esqueleto gastado por la vida abraza contra su corazón una escoba vieja, compañera inseparable del pinche hacelotodo del “Circo gaucho”.

Ebrio de fatiga y guiado por un trago de vino tinto, Don Salvador Cierro vuela hacia un mundo barroco de ensueños y realidades. Allí surge un pasado de cuentos del que va a renacer el auténtico “Circo Criollo”, mezcla sutil de circo y teatro gauchesco. De la neblina espesa del Río de la Plata surge una mescolanza de colores, gritos y risas que arrastran al espíritu bohemio de nuestro empleado a compartir la magia hechicera de los músicos, los malabaristas, los acróbatas y otros artistas de la pelota.

Por la Compañía Circo Criollo de Francia.

Última fecha

dom

25

mayo / 2014

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