Circe condenada a una moral y a un dios que impide la expresión de su deseo, de su sensibilidad. Que niega, rechaza, reprime sus pulsiones, enredándola una y otra vez en las desgastadas estructuras sociales. Las instituciones de la familia, del matrimonio, de la religión, que marcan las “buenas costumbres”. El kitsch de una época y una familia cuya herencia son imágenes de las guerras acontecidas en Europa, el fracaso, la angustia y el encierro; crearan los fantasmas que persiguen a la protagonista. Dotada de imaginación e inteligencia, una potencial artista se ve atrapada en la culpa y en el delirio. Aquí el monstruo es creado por la mirada de su entorno. Marginada en su propio horror encuentra como única salida la destrucción de su propia realidad. Ella es la bruja que debe ser exorcizada, enjuiciada, y por sobre todas las cosas debe arder en la hoguera para tranquilidad de todos.
Sin embargo, transitando entre cenizas, sueños, pesadillas y recuerdos, ella emerge en un grito para decirnos su poesía, con una oscuridad que alumbra la ceguera de los muertos.
De Claudio Matell. Actúan: Micaela Barale, Sasi Crowe, Leandro Martin Lopez, Marcelo Roitman, Emilce Rotondo.