El ciclo rescata algunas de las mejores producciones de lo que se ha dado en llamar La Nueva Ola Rumana: films realizados durante la última década en los cuales la caída del régimen comunista y sus consecuencias actuales ocupan un lugar destacado.
1/3 - _La mirada del hijo _de Calin Peter Netzer (Rumania 2013, 112´)
Un joven queda implicado en un accidente automovilístico. Su madre, una arquitecta de la clase media alta de Bucarest, hará todo lo posible para que no lo encarcelen.
A través de sus intentos se revelará la desesperación de las nuevas clases adineradas de Europa del Este por aferrarse a su estatus y, sobre todo, la mirada de un hijo frente al amor asfixiante de su madre.
8/3 - Cómo celebré el fin del mundo de Catalin Mitulescu (Rumania- Francia 2006, 106')
Eva vive con sus padres y su hermano de siete años, Lalalilu, en Bucarest. Corre el año 1989 y ella, con 17 años y enamorada por primera vez, sueña con huir de Rumania para conocer el mundo y vivir en libertad.
El director realiza un retrato de época de la vida cotidiana en Rumania durante el final del ciclo soviético.
15/3 - Aquel martes después de Navidad de Radu Muntean (Rumania 2010, 99´)
Paul y Adriana están casados hace diez años y tienen una hija de ocho, Mara. A su vez, Paul mantiene una relación extraconyugal con Raluca, una dentista.
El director rumano trabaja una situación arquetípica: la ruptura de un matrimonio, sin enjuiciar a sus personajes.
22/3 - Bucarest 12:08 de Corneliu Porumboiu (Rumania 2006, 89´)
Es el decimosexto aniversario del derrocamiento de Nicolae Ceausescu. un anfitri&oacutoacute;n televisivo decide hacer un programa especial e invita a dos personas para discutir su papel en aquellos días.
Con un humor mordaz se describen las miserias humanas, el surgimiento de xenofobias y la falta de energía de una sociedad que no parece haber encontrado, en la era poscomunista, incentivos superadores.
29/3 - _Policía adjetivo _de Corneliu Porumboiu (Rumania 2009, 110´)
Un detective de policía se siente incómodo con el último caso que le han asignado: debe vigilar a un adolescente sospechado de narcotráfico.
Esta tarea lo lleva a cuestionar a sus superiores, la estructura burocrática que los sostiene y la rígida moral proveniente de los tiempos de Ceausescu que aún se cierne sobre la sociedad rumana.