Aimé vive en la habitación contigua al Baile de los Enmascarados que organiza Guzmán. Guzmán construye el disfraz de Aimé para la fiesta a su propio gusto: carterita, ropa, peluca y blanqueándole la piel también. Los invitados prueban del disfraz de Aimé por fuera y por adentro también.
Con mínimos recursos escenográficos, la puesta de Trópico del Plata está centrada en la actuación como potencia escénica.Atravesada por un lenguaje netamente rioplatense, los textos de Trópico del Plata toman velocidad y extrañeza en el cuerpo de la actriz. Ese es el escenario donde friccionan las fuerzas narrativas.
Dirección/ Dramaturgia: Rubén Sabadini