Un grupo de personas que no saben a dónde van, pero tienen la profunda certeza... que tampoco saben muy bien de dónde vienen. Se detienen a pensar y no saben en qué, pero cuando están en movimiento piensan mil cosas. Ríen sin querer, lloran sin saber y golpean sin temor. Payasos modernos, que no intentan generar risas al público, y si eso sucede, se desorientan. Un momento de absurdo colectivo, como la vida misma... como las masas en la actualidad. Un juego de chicos, no tan “chicos”.