Bañistas, De Dino Bruzzone

La obra de Dino Bruzzone es una profunda y maravillosa investigación sobre el Deseo.

Su pintura hoy se une a la historia de los grandes artistas: Cézanne, Matisse, Picasso, los pop, Polke, Warhol, Lichstenstein, Haring, Basquiat, Salle, Prince, Richter, aquellas figuras donde la pregunta por la intensidad y una nueva forma de percepción de lo real a través del arte eran sus objetivos.

Arquitecto de un sistema de representación Dino Bruzzone a lo largo de toda su obra reflexiona sobre la representación y la percepción, foto, maquetas, Peep Shows , instalaciones y hoy a través de la pintura, en todo su esplendor, va invitándonos a ver e imaginar.

En esta muestra, la sensualidad de la belleza es estructural, en una apropiación conceptual toma una historieta fetiche como Archie, un comic norteamericano de 1942 que pautó la fantasía erótica de toda una generación.

Un triángulo de deseo de los protagonistas generado en la trama entre Archie , Verónica y Betty, abre una serie de pinturas exquisitas. El deseo es nómade e implica una puesta en escena.

Un verano eterno donde los cuerpos se anhelan, se persiguen, se espían , se observan, se acarician, van creando un clímax surreal, donde las fantasías son la materia de la obra.

Dino Bruzzone, en forma elegante e intelectual, pinta con los mejores colores del pantone en cada serie y crea una forma de fenómeno óptico donde el punto (hoy el pixel) amplifica el efecto de lo que miramos.

La mirada es una de las pulsiones de placer estructurales, el tacto en las telas, la luz , los cuerpos, todo se funde creando una gran película, un guion para el espectador.

El psicoanálisis propone que el objeto causa de la mirada, ese señuelo de nuestras pasiones, ese deseo que se genera en la imagen, es la magia con la que crean los artistas.

Él, ellas, él con ella, él con ellas, él en el sol, ellas en el sol, el humor, el romance, lo idealizado de los flechazos amorosos, la seducción, el vértigo, la adrenalina, la fascinación, todas esas bellas sensaciones en una forma sofisticada de pintura contemporánea, hoy en la era de las Apps y las nuevas codificaciones sexuales.

Esta muestra nos invita a disfrutar de la pintura como un nuevo y mágico estado sensual, psíquico . Ser adolescentes siempre es esa forma de enamorarnos una y otra vez en miles de dorados atardeceres.