La pertenencia física de una persona en su suelo no está necesariamente ligada a su pertenencia emocional al pueblo que allí habita. Dentro de las posibilidades que arma ese juego, algunos aprovechan la organización y las reglas de un país para intereses que no son los de éste: su tablero es más amplio, u otro.

Las fronteras geográficas no son fronteras reales. Ningún país del mundo sobrevive de su propia existencia dentro de sus límites cartográficos: su actividad económica, social, cultural, gastronómica, deportiva y productiva se expande o se corre del mapa.

Federico Lamas comparte algunas piezas (video, ilustración, performance) que son primeros bocetos de una investigación. Hechos históricos que formaron fronteras, pero que otros podrían desaparecerlas.

Última fecha

mar

30

septiembre / 2014

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