Siendo trabajos descriptos como serigrafías, las obras de Ileana Hochmann pueden provocar cierta sorpresa en el espectador. Transparencias suspendidas, papeles en relieve (simplemente arrugados y/o rasgados), ladrillos, pinzas y lupas: son algunos de los elementos que constituyen el repertorio referido a la técnica serigráfica. Una serigrafía que no parece serigrafía, o que por lo menos sólo lo es como recurso inicial y no como recurso final: técnica que desaparece como tal, técnica que solo existe para que tomemos conocimiento de ella. Con seguridad, el objetivo último de toda técnica, pero del cual habitualmente nos olvidamos.