El Roli Altamirano tenía un matrimonio que ya no era lo que era, en el diario le pedían que escriba cosas que no estaba dispuesto a escribir, y por todo esto se quedó sin mujer, sin trabajo y sin un peso. Llega entonces a la pensión de Elvira que a cambio de trabajos de mantenimiento le ofrece la piecita mugrosa. - ¿Por ser digno acabar así? Mi viejo era un pelotudo… -, piensa Rolando con el revólver en la boca. Esa es la primera imagen. En eso golpean la puerta de la pieza: es el cobrador del Club Atlético Huracán que viene por las cuotas atrasadas. Este pobre muchacho, el cobrador, es hijo del tesorero del club; y dimes de aquí, diretes de allá terminará metido hasta el caracú con estos chiflados personajes.
De: Marina Filoc. Actúan: Luis Flores, Coral Gabaglio, Mariano Coria y Cecilia Layus.