Diego Perrotta expone en esta muestra el trabajo que ha realizado en este último año. En ella, pueden verse pinturas, dibujos, acuarelas y esculturas. La serie desarrolla una investigación sobre diferentes estados alquímicos, indaga sus aspectos místicos y esotéricos.En el texto que acompaña la exhibición, Eduardo Stupia escribe: "Se podría pensarlo a Perrotta como un gran simulador, lo cual puede también ser sinónimo de artista, disfrazado de repente de aprendiz de brujo, de prestidigitador, de inventor de un tarot absurdo, o fullero experto en trucos de barajas falsas, o bien como embaucador y ambulante que viaja con una carreta llena de oropeles maravillosos pero no de pueblo en pueblo sino de espectador en espectador, dándole a cada uno un poco de elixir alucinatorio compuesto de placebos tan revitalizadores como artificiales.
Pero Perrotta es, también, y en sentido más estricto del oficio, un pintor contundente, y el color tiene en él, si preferimos quedarnos prendados por el hechizo alquímico, la altura suficiente para tolerar cualquier hipótesis de lectura simbólica que querramos adjudicarle, o bien la electricidad aparentemente excedida pero muy ajustadamente administrada de un cromatismo altísimamente vibrante, elástico, y a la vez de una perfecta cohesión óptica
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