Hace más de 30 años, cuando comenzó a publicar sus páginas en la revista Fierro, Pablo Fayó fue calificado de joven promesa. Su línea humorística influida por el under norteamericano de los ´60 era por entonces una rareza. Pese al entusiasmo que la originalidad de sus trabajos despertó entre colegas y fans, Fayó optó por decepcionarlos. En algún momento que no está claramente identificado -porque él mismo se encargó de disimular-, colgó el plumín y se puso la guitarra al hombro. Desde entonces recorre los bares interpretando tangos marginales y pasando la funda. Instalado en la terraza de una pensión de La Paternal, sobrevive de las propinas de turistas y parroquianos, riéndose afectuosamente de los que siguen esperando que retome la vía señalizada.

Última fecha

mié

10

enero / 2018

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