Aceite De Mariposa

La escena transcurre en un pequeño departamento de algún lugar del mundo. Es la historia de una mujer que es prisionera de una vida que ella misma eligió, aunque no lo sabe.

Es un monologo interno, es un brutal encuentro con ella misma. El sueño quimérico de ser amada es parte del gran anhelo de su alma. Pero falta de afecto de su madre durante la infancia, la mezquindad para relacionarse con un otro, fueron excluyendo a ésta mujer, hasta quedarse sola, en un pozo y anudada al sufrimiento.

La historia viaja por un tobogán de recuerdos y emociones para contar una de las tantas madrugadas de ésta mujer, que como tantas otras viven la vida que pueden y no la que quizás podrían tener.

Su vulnerabilidad está expuesta. Su dolor en primer plano. La impotencia de fallarse una y otra vez la frustra.

¿Que resultará de ésta cita con ella misma?

No quiero volver a despertarme con deseos de vida para morir otra vez cada noche. Una repetición. Un castigo injusto que vengo soportando desde siempre El aceite de mariposa es el zumo que alguien extrajo exprimiendo a una sutil y bella mariposa. Millones de Mariposas en todo el mundo han sufrido ese final. Les han robado su esencia, les han sacado el perfume de su amor, les han vedado su poesía. Cuantas mariposas atraídas por una luz, que no era más que un efímero brillo una ilusión de vivir algo bello, han sido presas de la oscuridad.

Esto es la obra. Una elucubración dialéctica del personaje consigo mismo sobre lo que parece irreversible: El destino. Una dualidad constante entre su lado más vulnerable y oscuro en contraste con su verdadero deseo: Habitar el amor. Una esencia que estará cayendo durante el tiempo de la obra, el contraste entre un intento de salvataje y el pozo, un zumo que queda en el fondo del tamiz donde seguirá latiendo el perfume de una mariposa.

Presentamos una historia que abarca el mundo emocional femenino. Es un unipersonal que habla del amor, las miserias y el abandono.