Genoveva Fernandez juega con el arte, se divierte. A través de una estética adornada y detallista invade de feminidad el entorno. Libre y poderosa, la imagen de la mujer alguna vez visible se manifiesta desde la interpretación y ya no desde la representación, sin embargo permanece latente en el inconsciente de todo aquel que entra en contacto con la obra. Los elementos que provienen de la naturaleza y simbolizan ese espíritu femenino se presentan despojados de un entorno visible y estallan en la tela para hacerse presentes.

Trazos curvilíneos se entrelazan y acompañan el ritmo de flores sobredimensionadas que nos trasladan hacia paisajes infinitos de contrastantes blancos y negros con sutiles destellos de color. Es en esos paisajes donde las imágenes parecen gritar, al unísono: ¡Yo estoy a favor de las curvas!

Última fecha

jue

31

mayo / 2012

También te puede interesar