Emad es campesino, vive en Bil’in, Cisjordania. Tras la instalación, por parte del Estado de Israel, de un muro que dividió el pueblo a la mitad, Emad destinó la cámara que había comprado para filmar a su pequeño hijo a retratar la resistencia no violenta de su pueblo y la lucha para conservar las tierras donde viven y coexistir pacíficamente con el vecino Israel. La película es la historia de las cinco cámaras rotas, de la cotidianidad de vivir cercado y de la inclaudicable necesidad de reafirmación de los derechos humanos.
5 Broken cameras, 2011, Palestina, Dirigida por Emad Burnat y Guy Davidi, 94 minutos.