La paradoja ha sido expresada muchas veces: no hay cosa más seria que el humor. No basta con pararse delante de la cámara y ejecutar algunas muecas.
El humor cinematográfico requiere mucho trabajo, sentido del tiempo, construcción de un contexto y, por supuesto, gracia. Desentrañar esos mecanismos no le quita comicidad al asunto sino que le agrega un nuevo placer. Entender puede ser parte del chiste. Alrededor de este planteo gira la charla que ofrece el crítico Gustavo Noriega.
El cupo se reserva a través del sitio web http://www.festivaldelhumorba.com.ar