Padre divorciado que no vive con sus hijos y que una mañana, bien temprano, pasa a buscarlos por la casa de la madre para ir con ellos de vacaciones. Al auto suben un niño y una adolescente. En el complejo turístico al que se dirigen el pronóstico es de lluvia, lluvia y más lluvia. Tanta agua. Esos son los elementos que utilizan las directoras Ana Guevara y Leticia Jorge para esta ópera prima a cuatro manos, dos cerebros y dos corazones (lo primero casi no se nota; lo demás desde ya que sí, y se agradece): postales agridulces acerca de los dilemas del crecimiento, pero bien lejos de la posible gravedad de este postulado. _Tanta agua_ habla de la magia y la pérdida que nos rodean a diario cuando jugamos a ser otros, cuando eludimos nuestras responsabilidades o las honramos con ridículo celo, o cuando frenamos cinco centímetros antes de estamparnos contra una pared. La película no le pide a nadie que crezca; apenas apuesta a que, cuando la lluvia deje de caer, tengamos más o menos claro dónde guardar el paraguas.
Sinopsis de Marcelo Panozzo para el BAFICI 2013.