“Uno termina escribiendo cuentos con palabras que tienen que ver con el ruido de la vida“, dice Laura Devetach, Esta frase define este taller: que el niño escriba sus historias y se encuentre con él adentro, esas imágenes llenas de fantasía y esa historia que lo definen. Con cuentos que nos permitan filosofar, preguntarnos y no tener respuestas, y con libros de grandes autores, disfrutaremos de las imágenes que incentiven la curiosidad y la reflexión.
Durante el taller, el juego será el principal medio para acercar al niño a conectarse con sus sonidos internos, más allá de la palabra. “Contactarse con lo poético, con esta taquicardia que provoca jugar, con el ritmo de las emociones y de las ideas”, como dice Laura Devetach.
En la primera parte del taller se trabajará con nuestro nombre y el cuento “Irulana y el ogronte” de Graciela Montes; pensando en esta historia, nosotros también haremos crecer nuestro nombre.
Y a lo largo del año nos acompañarán las adivinanzas, los binomios fantásticos, las preguntas a la vida, las poesías, las coplas de nuestra Argentina. Usaremos nuestras palabras y las de otros. Las meteremos en frascos y cajas para tenerlas siempre y escribir, contar y cantar con ellas nuestras propias historias. ¿Cómo? Jugando. Gianni Rodari afirma que “Lograr que los niños tengan ganas de jugar es un éxito”.