En la escena contemporánea el rol del actor se ha expandido por fuera de los márgenes del concepto de “intérprete” al que estuvo acotado durante largos períodos de la historia teatral. Frecuentemente es convocado a participar en espectáculos de creación colectiva, elaborados a partir de improvisaciones, requiriéndole un fuerte aporte imaginativo. Otras veces los textos son el disparador de la propuesta, pero se espera del actor un salto imaginativo que amplíe, enriquezca y hasta contradiga el sentido literal de dicho texto. Es por eso que el actor y el alumno de actuación deben disponer de un espacio donde desarrollar estas nuevas necesidades creativas.
Dictado por Irina Alonso.